El Samudaripen conmemora la memoria de las víctimas de los genocidios contra el Pueblo Gitano, tanto durante el nazismo en los años 30 del siglo pasado y durante la II Guerra Mundial, como en la Gran Redada en España durante durante el reinado de Fernando VI por el Marqués de la Ensenada en 1749.
El 30 de julio de 1749 ha pasado a la historia como La Gran Redada, un intento de exterminio de personas gitanas, y lo que ello supuso para los gitanos y las gitanas en España. El único motivo para su persecución y captura fue el hecho de ser gitanos y gitanas.
Ciento noventa y cinco años más tarde, la noche del 1 al 2 de agosto de 1944 más de 4.200/4.300 personas gitanas fueron masacradas en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau, como parte del proceso de aniquilación en masa que realizó el nazismo contra la población gitana. Samudaripen o Porrajmos son los nombres dados a los intentos de la Alemania Nazi de exterminar a la mayoría de los pueblos gitanos de Europa como parte del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
Así todas estas víctimas de la comunidad gitana a lo largo de la historia, han sido homenajeadas esta mañana en el Salón de Actos de la Consejería de Cultura en un solemne y emotivo acto. Durante su desarrollo se han leído poemas dedicados a la memoria de los asesinados por los genocidios, se ha realizado una ofrenda floral y se ha interpretado el himno gitano Gelem Gelem.
El evento ha sido organizado por el Instituto de Cultura Gitana y la Consejería de Cultura y en él han estado presentes tanto el presidente del instituto, Diego Fernández, como la Consejera de Cultura, Fadela Mohatar.
Por su parte, el director del Instituto de Cultura Gitana ha hecho hincapié, algo que también ha mencionado durante su discurso, en la necesidad de recordar la historia y sobre todo una parte que ha permanecido durante mucho tiempo en el olvido. La historia, dijo, de las minorías como es la sociedad gitana.
La Comunidad Gitana, aunque plenamente integrada en el conjunto de la sociedad intercultural melillense, no olvida ni su pasado ni sus tradiciones, y como actos como este pretenden dar a conocer el largo devenir y las dificultades que durante siglos han tenido que sufrir por acciones represivas de distintos gobernantes. De todos modos miran al futuro con optimismo y el firme deseo de que estos funestos acontecimientos no se vuelvan a repetir.