Los Festejos Patronales, o la más popularmente conocida, como Feria de Melilla, tiene su origen en el año 1571, pues fue a partir de entonces cuando se tiene por Patrona a Nuestra Señora la Virgen de la Victoria.
Según cuentan las crónicas, pocos años después de la batalla de Lepanto, la imagen de la Virgen de la Victoria llegó a Melilla en un barco procedente de Sanlúcar de Barrameda. Aparentemente la talla iba a ser enviada a las colonias españolas de América, pero un temporal impidió que el barco que transportaba la imagen se alejara hacia el Nuevo Mundo. Por esta razón la imagen se quedó en la ciudad de Melilla en torno al año 1571 aunque no fue hasta el 3 de febrero de 1756 cuando el rey Fernando VI de España ratificó el patronazgo de la Virgen de la Victoria sobre la ciudad de Melilla.
La celebración de la feria según el formato que tiene hoy en día no ocurre hasta el año 1903 cuando la Junta de Arbitrios encargó a los numerosos periodistas que cubrían las campañas en Marruecos organizaran los primeros grandes festejos patronales de la ciudad.
De un emplazamiento que originalmente estaba en Avenida General Macías y las callejuelas adyacentes del Barrio del Mantelete, en 1905 las autoridades decidieron trasladar la feria al Parque Hernández y la Plaza de España donde permaneció hasta su traslado a la explanada de San Lorenzo en 2008.
Tradicionalmente desde San Juan y a lo largo de todo el verano los distintos barrios celebraban sus propias verbenas con casetas y atracciones pero desde los años 60 del siglo pasado fueron desapareciendo paulatinamente hasta principios de los 90, cuando todo el despliegue se concentró en la «feria del centro» y los eventos y actos con la Patrona.
El carácter de la feria tiene un aire típicamente andaluz, dispone casetas públicas y privadas, decoradas con farolillos y en las que se sirven platos que orbitan a ambos lados del Estrecho, desde pinchitos a la brasa, hasta pescados y mariscos fritos, guisos, cous-cous, pollos y patatas asadas y dulces.
En cuanto a la indumentaria, los trajes de flamenca son los más comunes que llenan de volantes y peinetas las calles del ferial, reservándose el traje melillense para la procesión de la patrona y algún otro acto puntual.
La procesión de la patrona tiene lugar el 8 de septiembre, patrona coronada y alcaldesa perpetua de Melilla, que sale de la Iglesia del Sagrado Corazón recorriendo las calles del centro de la ciudad. La procesión de 2023 ha sido especialmente emotiva ya que se han cumplido los 75 años de la coronación canónica de la Virgen de la Victoria.
Autoridades civiles y militares acompañan a la patrona, con representantes de las casas de Melilla en la península y el vicario episcopal.
Pese a las polémicas y ausencia en algunas ediciones de la feria, los festejos taurinos siempre han acompañado a los festejos patronales desde principios del siglo XX, que desde 1947 tienen lugar en la plaza de toros, de estilo neobarroco, que fue bautizada como la «mezquita del toreo» y que redunda en la afirmación del carácter andaluz y sureño de las celebraciones de las fiestas patronales en nuestra ciudad.