TRANSHABITAT surge de la necesidad manifiesta de unificar criterios de gestión ambiental a ambos lados del Estrecho de Gibraltar, sobre todo en ciertos hábitats de interés transfronterizo, superando las limitaciones que artificialmente producen las fronteras.
Ello genera la necesidad de tomar en cuenta criterios comunes de gestión, conservación y recuperación sobre estas especies y sus hábitats, tanto en Andalucía como en Marruecos y, a su vez, es una excelente base de partida para generar un desarrollo socio-económico y agropecuario endógeno sostenible, basado en los beneficios y oportunidades que brinda la puesta en valor del patrimonio natural de los territorios incluidos en TRANSHABITAT.
Este enfoque transnacional y estructural de TRANSHABITAT es de vital importancia para conseguir un espacio de cooperación homogéneo, donde la política comunitaria se expande de forma cualitativa hacia las fronteras exteriores del sur de Europa, tema de especial interés desde el punto de vista ambiental.
Las áreas prioritarias de actuación de este proyecto son los lugares pertenecientes a la Red Natural 2000 así como las Áreas de Interés Biológico y Ecológico de Marruecos que se encuentran dentro de la Reserva Mediterránea de la Biosfera entre Marruecos y España: Cádiz, Málaga y la zona de Tánger-Tetuan (Chefchaouen, Larache, Tetouan y Tanger-Assilah).
Además de éstas, se consideran áreas de influencia las zonas andaluzas incluidas en la red Natura 2000 y otras zonas de interés biológico y ecológico de Marruecos cuya gestión ambiental, socioeconómica, agrícola y ganadera ejerce una influencia directa o indirecta en las zonas consideradas prioritarias. De este modo, se incluyen la zona de Almería, Granada, Huelva, Córdoba, Jaén, Sevilla, la zona de Tánger-Tetuán (Fahs Bni Makada), la zona oriental de Outjada-Angad (Jerada, Figuig Taourit, Berkane, Nador) y la región de Taza-Alhoceima-Taounate.
Entre los múltiples objetivos del proyecto, está valorizar el patrimonio cultural inmaterial de ambas orillas del Estrecho, con acciones que trascienden el mero ámbito cultural y se extienden a los socioeconómico mediante la puesta en valor del patrimonio etnológico, cultural y natural, promoción del turismo sostenible y el impulso de un desarrollo sostenible participativo mediante la consolidación comercial de productos locales.
Así entre 2011 y 2014 se han llevado a cabo proyectos, talleres y estudios sobre el patrimonio cultural inmaterial en la Reserva de la Biosfera Intercontinental Mediterránea, que han tratado de identificar elementos del patrimonio inmaterial de estos espacios protegidos y su importancia para la sostenibilidad en determinados ecosistemas del espacio transfronterizo.
Como proyecto es un gran ejemplo de cooperación internacional e interterritorial a la hora de salvaguardar un espacio natural protegido, las actividades sostenibles que en él se desarrollan y su patrimonio cultural inmaterial más allá de las fronteras.
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