El arte de contar cuentos es una de las tradiciones más antiguas que caracterizaban el pueblo beréber, y sus mujeres son las que daban vida a este tipo de relatos. Tanto es así que cuando comenzaban a relatar esas historias maravillosas, abrían una ventana hacia la imaginación enriqueciendo la creatividad de los oyentes que solían ser en su mayoría niños. Desplazándoles a lugares maravillosos donde todo era posible, los animales interactuaban y se expresaban como los humanos, estos últimos podían volar y conseguir lo inalcanzable.
En cuanto a los personajes, creaban figuras imaginarias que no existían en el mundo real, como los gigantes, los ogros, las brujas, los enanos, las bestias. Asimismo existían seres bondadosos, como las hadas, las buenas hechiceras etc.
Las cuentistas no relataban sus cuentos de día ya que eran muy supersticiosas y creían que los malos espíritus las iban a maldecir si lo hacían. Como la mayoría de los cuentos, los cuentos beréberes terminan también con una moraleja y las mujeres los relacionaban con hechos que sucedieron en momentos concretos por lo que se consideraban una estrategia de enseñanza a los niños de manera sabia e inteligente.
El papel que la mujer beréber tuvo en la conservación de sus tradiciones es fundamental, ya que son ellas las que relataban los cuentos a sus hijo(a) y nietos(a) y posteriormente las generaciones siguientes se encargaban de relatarlos a sus descendientes. Además las mujeres beréberes de antaño son las encargadas de criar y educar a sus hijos por lo tanto, utilizaron los cuentos también como modo de enseñanza y educación. En definitiva, las mujeres no dejaron su labor de conservar esta tradición, ya que todavía siguen contando cuentos a sus pequeños, aunque de manera muy remota y sobre todo en los campos, donde no abundan los medios de comunicación. Podemos considerar que la recopilación, transcripción, y traducción de estos cuentos, es una manera de conservar este patrimonio tan rico semánticamente y en los que abundan las figuras de estilo, musicalidad etc.
Tipo de cuentos
Los cuentos beréberes varían según su contenido: cuentos maravillosos, como los cuentos de Nunya (Rapunzel), maghigda (Cenicienta), El Agua de Noé que resucita el almaetc.
Cuentos didácticos: como el cuento de Buya y la madrastra, Calamidades por un dírhametc.
Cuentos de animales: el cuento del Lobo y las siete cervatillas (el lobo y las siete cabritillas), la Ratita triste, el Lobo y el erizo etc.
En esta manifestación, a modo de ejemplo, incluimos una grabación de uno de estos cuentos fruto de un proyecto de investigación cuyos detalles se encuentran al final de esta misma ficha:
TRANSCRIPCIÓN AL CASTELLANO:
Nunya
Érase una vez, en un país muy lejano, un hombre que vivía con sus dos esposas una era lista y la otra era ingenua. La lista ha tenido un hijo y la ingenua una hija, todos vivían en armonía. Un día, el marido las mandó a poner habas en remojo y prepararle lo necesario para ir a sembrar dichas habas porque era temporada de siembra. Las dos mujeres se dispusieron a preparar las habas, el burro, el pico-azada y la comida que iba a comer él por el camino. En su trayecto hacia su supuesto terreno se comió las habas y tardó en regresar a casa para que ellas no sospecharan de él. Al regresar las dos esposas le preguntaron:
− ¿Has sembrado las habas?
− ¡Pues claro que sí queridas! Respondió el asegurándolo. Y él nunca sembró nada, se comió todas las habas y volvió.
Pasados unos meses, ambas mujeres le recordaron a su marido de que ya era el tiempo de cosecha, y le preguntaron por el lugar donde se encontraba el terreno ya que ellas lo desconocían, el esposo les dio un palo de caña y les dijo:
− ¡Vayan midiendo las habas, cuando deis con ésta medida, recogedlas, ésas son las nuestras!
Las dos mujeres cogieron sus respectivos hijos amarrados en la espalda prepararon el burro y todo lo necesario y se marcharon, caminaron y caminaron y cada vez que se encontraban un terreno con habas, iban midiendo con el palo de caña hasta que dieron con la medida exacta y comenzaron a recoger las habas, lo que no sabían es que el terreno era de una ogra “Lalla Zamza”. Al escucharlas hablar, el gallo empezó a cacarear:
− ¡“kuku3u3u mummu di bubbu”! ¡Kokorikoo! Kokorikoo!
− ¡Unas mujeres están robando las habas! La bruja se molestó por el canto del gallo y le dijo: − ¡Ven aquí gallo fastidioso no paras de mentir, ¿quién se atreverá a acercarse a mi huerta?
Más tarde, la perra empezó a ladrar continuamente, al escucharla, la bruja pensó para sí:
− ¡La perra no me engaña, voy a ver lo que está sucediendo!
A continuación la bruja se asomó por la puerta y vio dos mujeres en su huerta y les dijo:
− ¿Que estáis haciendo en mi huerta? ¿A caso osáis robar mis habas?
− ¡Estamos recogiendo las habas que sembró nuestro esposo, estas habas no son tuyas! él nos dijo que buscáramos las habas que fuesen del tamaño de éste palo de caña. Contestó la tonta.
Pero la más astuta de ellas le estaba pellizcando para callarla, al darse cuenta de que era una ogra y le dijo:
−! No Lalla Zamza, las habas son tuyas, nosotras solo estamos degustándolas. A continuación la bruja las invitó a pasar:
− ¡Entren! ¡Entren! ¡Os prepararé algo de comer!
La bruja degolló al burro y puso su cabeza en la ventana para que las dos creyeran que todavía seguía vivo, poco después les sirvió un plato de cuscús con carne de burro y se sacudió el pelo para echarle sus piojos. Una vez en la mesa, la tonta comenzó a comer y a comer sin parar, mientas que la lista le decía que no comiera porque aquello eran piojos y carne de burro. La ingenua no creyó lo que le dijo la otra y protestó ante la bruja diciendo:
− ¡Lalla Zamza! ¿Mira lo que me está diciendo ésta? ¡Me dice que no debo de comer ésta comida, porque nos serviste piojos y carne de burro!
Lalla Zamza se enojó al escucharlas y les dijo:
− ¡Coman y cállense de lo contrario os comeré!
Las dos mujeres se callaron al momento por temor a la bruja. La lista estuvo pensando un buen rato buscando la manera de escaparse de las garras de aquella bestia, entonces le dijo:
− ¡Lalla Zamza deja que te llenemos agua! La ogra contestó desconfiada:
− ¡No, no! ¡Os escapareis!
− ¡No nos escaparemos! Si quieres pónganos cuerdas en los pies y cada vez que tires de la cuerda te darás cuenta de que seguimos aquí.
Siendo así la bruja aceptó y ellas salieron pero antes la astuta cogió a su hijo y lo amarro a su espalda y la loca dejó a su pobre hija dormida en la casa de la bruja. Una vez fuera llenaron los cantaros con piedras y amarraron las cuerdas a las manillas de los cántaros y se escaparon. Momentos más tarde la tonta se dio cuenta de que dejó a su hija con la ogra y quería volver para rescatarla y la lista le daba una cucharada de miel para calmarla, y así hasta que llegaron a su casa. Pasaron los años y el niño creció en el lecho de sus padres, mientras que su hermana lo hizo en el de la bruja.
Nunya fue su nombre, sus cabellos eran tan largos y fuertes que la bruja cuando quería subirse a la torre donde la tenía cautiva le lanzaba el cabello que tenía como cuerda. Un día mientras que el joven jugaba con la pelota la lanzo contra el horno de una vecina, y ésta muy enfadada le dijo;
− ¡ve a salvar a tu hermana que esta con la bruja, en lugar de estar perdiendo el tiempo con el juego!
El joven muchacho sorprendido con lo que acababa de descubrir fue corriendo a su casa para interrogar a su madre. Le dijo que le preparase una sopa, y ella le dijo:
− ¿Acaso echas de menos esa sopa? y el muchacho no contestó porque estaba pendiente de lo que ella hacía para sorprenderla.
Una vez lista la sopa el joven metió la mano de la madre en la olla y la quemó, y le dijo ella:
− ¿Qué estás haciendo hijo mío? ¡Que me quemas la mano! Este le dijo que si no le contaba lo que pasó con su hermana la quemaría aún más.
La madre no le quedó más remedio que contarle toda la verdad y así lo hizo, posteriormente, decidió buscar a su hermana e informó a su madre de su intención de marcharse.
− ¡No vayas hijo mío que la ogra te va a comer! Le advirtió su madre.
− ¡Madre¡ no me preocupa eso en absoluto, es más importante para mí ir a buscar a mi hermana y rescatarla de manos de esa bruja! respondió el joven. Y a continuación cogió su caballo y todo lo necesario para el viaje y se marchó.
Galopó, galopó y galopó, la madre ya le había indicado el camino que tenía que seguir hasta llegar a la bruja. Antes de partir la madre le había advertido de que la bruja salía al alba y regresaba al caer la noche y esperó hasta que ésta se marchó para luego llamar a su hermana:
− ¡Nunya! ¡Nunya! ¡Eh, Nunya! ¡Asómate soy yo tu hermano! ¡Soy un humano! Le dijo ella:
− ¿Quién eres? Vete de aquí muchacho, antes de que regrese Lalla Tamza y te devore.
− ¡Soy yo tu hermano! ¡Lánzame tus cabellos para poder trepar por ellos y llegar a ti y te contare la historia!
Al trepar, Nunya perdió dos o tres pelos de su larga cabellera, y se sorprendió por todo lo que su hermano le acababa de contar, pero le creyó y replicó:
− ¡Tendrás que esconderte querido hermano en éste cofre, porque si la bruja llega a saber que éstas aquí te comerá! señalando a uno que estaba allí cerca. El hermano se metió en aquel cofre y Nunya lo cerró.
Cuando la ogra llega le dice a Nunya:
− ¡huele a algo por aquí y por allá y quien come ese algo, descansará.”[1] ¿Alguien estuvo aquí mi Nunya?” Le preguntó la ogra sospechosa.
− ¡No Lalla Zamza! ¿Quién osa acercarse aquí?
− ¡Tienes razón hija mía! respondió la bruja convencida por lo que la chica le dijo.
Al llegar la noche se Nunya y la ogra se sentaron como de costumbre, y Lalla Zamza le dijo a la muchacha que ya era tiempo de echarle henna a todas sus cosas: utensilios de cocina, muebles etc. Y empezó a llamarles a todos:
− ¡Acercaros todos y aquel que me desobedece recibirá su castigo¡ a continuación todas sus cosas se acercaron, menos el viejo cofre, a la ogra le pareció muy extraño que no acudiese y le dijo a la chica:
− ¡Nunya! ¿Por qué aquel cofre no me hace caso y no viene a mí cuando lo reclamo? ¿A caso osa desobedecerme? Nunya le respondió enseguida temiendo ser descubierta.
El incidente pasó sin levantar sospechas y Nunya se dio cuenta de que había unos tres saquitos que la bruja guardaba celosamente llevándolos siempre cerca de ella y le preguntó:
− ¡Lalla Tamza! ¿Para qué sirven ésos tres saquitos? La bruja le respondió:
− ¡Éstos querida Nunya, cada uno tiene una utilidad distinta del otro. El primero contiene fuego, el segundo es lluvia, el tercero es un gran acantilado! Nunya vio que la bruja se estaba quedando dormida y le preguntó de nuevo:
− ¿Y cuándo duermes profundamente?
− ¡En el momento que escuches a los gatos maullar en mi barriga, y a los perros ladrar, a las vacas mugir y a las ovejas balar, cuando las ranas empiezan a croar dentro de mi barriga, y los lobos aullar y los toros bufar, entonces sabrás con certeza de que Lalla Tamza está profundamente dormida!
Seguidamente la bruja se durmió y la muchacha empezó a escuchar a todos los animales gritar dentro de su barriga y entonces se percató de que ya estaba profundamente dormida. Sacó al hermano del cofre y salieron, se montaron los dos en el caballo y emprendieron la marcha. Nunya preocupada porque temía que la ogra notase su ausencia y le preguntó a la luna:
− ¡Luna, luna, luna! ¿Qué es lo que hace la bruja? La luna le respondió:
− ¡No te preocupes Nunya y sigue tu camino la bruja está dormida!
Los dos hermanos siguieron corriendo velozmente, poco más tarde vuelve a preguntarle:
− ¡Luna, luna, luna! ¿Qué es lo que hace la bruja? La luna le respondió:
− No hace más que dar vueltas.
Al escuchar esto comenzaron a correr con más velocidad. Pasados unos momentos volvió a preguntar:
− ¡Luna, luna, luna! ¿Qué es lo que hace la bruja? La luna le respondió
− ¡Ya abrió los ojos, dense prisa! Los dos muchachos corrieron y corrieron, y Nunya muy asustada preguntó:
− ¡Luna, luna, luna! ¿Qué es lo que hace la bruja? La luna le respondió:
− ¡Lalla Tamza ya te extrañó, ya sabe que te fuiste!
Cuando escuchó aquello Nunya sacó los tres saquitos porque sabía que la bruja no iba a tardar en alcanzarles, de hecho en breve la tenían detrás de ellos. La joven la vio y le lanzó el saco que contenía fuego, pero aquello la quemó un poco y pronto lo apagó con su orina. Después le hecho el saco de lluvia y la bruja consiguió bebérsela toda y siguió detrás de ellos, Nunya sacó el último saco que era de acantilado y se lo lanzó, y ésta vez Lalla Tamza cayó del gran acantilado y viéndose morir le dijo a Nunya:
− ¡En vuestro camino encontrareis dos camellos enfrentados, no dejes que tu hermano interceda, que no intente separarles!
Dicho esto la bruja se despidió y se murió. Llegando al lugar del que la bruja les advirtió se encontraron con los dos camellos enfrentándose salvajemente, el hermano fue a separarles y Nunya le recordó lo que la bruja les había dicho, pero éste hizo caso omiso de sus advertencia, cuando se acercó uno de los camellos y lo devoró. Al verlo Nunya se asustó y empezó a llorar desesperadamente, seguidamente fue al mojarrab (un sabio) para ver qué solución le daba, y le aconsejó que debe de hacerle tragar al camello mucha sal y no darle nada de agua hasta que vomite al hermano. La joven hizo todo cuanto le dijo el hombre sabio y consiguió sacar al hermano de las entrañas de ése camello. A continuación Nunya y su hermano regresaron a su casa felizmente dándoles una gran alegría a sus padres.
[1] Es una traducción aproximada de la expresión amazigh: “arriht nmahna mahna wanni yachin cha yahna”. En el cuento se refiere a que huele a algo extraño, que según el contexto es carne humana. En la cultura Amazigh se emplea también para decir que huele bien.
TEXTO ORIGINAL:
Nunya
Yannam tuga ijan gas tnayan tamgarin, ucha ichtan tmigist ichtan tabuharacht, tmigist gas mis, tabuharacht gas yagis. Iwa lmohim, t3ichan di rahna. Ijuma yannasant wayaz nsant sufant ibawan, tagantan diguaman, taswajdantayi lmata3 adahag adazug ibawan, tuga darwa9t ibawan. Iwa lmohim, swajdantas agyur, swajdantas min gayach, swajdantas akruch, dibawan ni yuffan ucha iruh. Armi gayrah yakka ijan lmodda, yettaf ibawan ni ach, ach, ach, yachitan ucha ya39abd gasant. Nantas: ¿iwa matazzud ibawan? Yannasant: lah yawaddi, azzugtan wah. Natta wayazzu, wayaggi yachitan yahna ucha yadward. Lmohim ruhan wussan, usind wussan, arami yiwad rwa9t adamjant ibawan. Nantas: iwa afran xassanag anah anamja ibawan. Yennasant: a9achant xrawzan ntkachuta, yennas mani ma tufint ibawan anicht natkachuta dwanni natta. Yuchasant takacut uganim. Iwa lmohim ruhant, zid, zid, zid, macha raja, tmigist tabu mis dugu3ra, tabuharacht tabu yegis dugu3ra. Ucha isint agyur, isint minga hwajant, katwarid dussan. Iwa lmohim, guant, guant, guant arami iwdant inni ntamza, waznant suganim ni ufint dinni, kimant rakdant. Yaffagad uyazid: ¡kuku 3u3u, Lalla tamza, katachantam ibawan! ¡Ah! tannas chak katasxarrikad, tisitid ammo ucha tsadit. Taffagd takzint: ¡haw haw, haw haw! Tannas: ¡la takzint watasxarrik cha xa adaxzag! Armi ga taxza tannas: ¿ayaw mintagant, katachantayi ibawan? Tandakd tbuharacht tannas: ¡ah mana ibawana iyagan nam, ibawan nag! Ayaz nag yezzu da ibawan cham takad nam! Ucha tchugwit tmigist takaras ka ta tamza adanag tach. A lmohim tannas: ah wah aLalla tamza ibawan nam, nam, samhanag 9ant9asa waha. Iwa lmohim, tannasant: adfant, adfant, adfant akant agag atay, akant agag macha. Iwa lmohim, tisid agyur ni tgasas, taggas azagif di tbajat mahand asntetgir kadin 3ad agyur. Tagasant sisu xwisum nwagyur, tagad ammo iwchankuk, tandad tichin. Armi idgatassas tabsi ni, takim tbuharacht sad, sad, sad, ucha tchugwi dayas tmigist, takaras: amintatad katani wagi dmacha, kaxas tichin, dwisum nwogyur nag. Iwa nattat tasguy, tannas: ¡Lalla tamza! ¡Taxza mindayi taka! Iwa tannasant chant nig akanint chag. Iwa tfaka tmigist takaras: ¡ah sidabbino! ¿mindayi gayfakan zi tanita? Lmohim tannas asagag cha nalhila azayas naffag. Almohim tannas: ¡Lalla tamza! ¡Jamnajam aman! Tannas nattat: A lla, kagdug adayi tawrant. Tannas tmigist: A lla wamntrikkir cha, akam aganag isagwan gdan, ucha kurma atjabdad atasnad illa akanag din. Macha tmigist rabda tmigist nattat tabu mis dirmaduf, taffarit, buhala tajit dinni tasudsit. Iwa ucha adawrant, tfant ikubach ni 3ammantan syazra, chadantas isagwan ucha yawrant. Astini tbuharacht: ¡Ah yagi! Atisi tmigist taganjacht ntammant astuch. Iwa ucha awrant. Ucha yabda imagga uhanja ni, tahanjat ni tmagga ga tamza, tsammat Nunya. Iwa ruhan wussan usind wussan, mgan ihanjan ni duwran di3azrien. Ijan nhar ahanjar ni itira tchamma, astrah ga tanwach nyijan tamgat, ucha iday3as txubzacht, ucha tannas: iwa ruh ruh, ruh gas chan iwuchmach iyagan ga tamza. Yannas: ¿wuchma akat ga tamza?¿mana wawara? Tannas ruh saksa yammach. Iwa yagoh ga yemmas yennas gayi nhara ahabid. Tannas: ¿twahchad ahabid ammi? Almohim taswajdas ahabid ni, ucha yawjad xas, yannas 3ammarayid, armi itruh adas t3amma yabzas fus di tajin ucha yashakit. Ucha tannas: ¿ammi nu mintagad? Yannas: ¡mara wadayi tannid mani taga wuchma amajag da fus! Iwa lmohim ucha tabda t3awadas, t3awdas lkissa amtakmar. Iwa yannas raxu adisig asadun ino adahag adazug xwuchma. Tannas: ¡Ammi no ka tamza achtach! Yannas waxa tachayi nach adahag adazug xwuchma. Yisi asadun, yisi lmata3 nas ucha iruh, itazzar, itazzar, itazzar, katannas manargabat idi taga. Iwa Nunya tamga, achuwaf nas kurma tamga imaggar akis, tuga tamza thukad akis tarrit dasgun. Iwa lmohim armi gayawad amchan ni, tuga tannas yemmas gach ka tamza taffag zich. Ya3ni taffag ga rafja traguahad ga ra3cha. Lmohim iraja arami taffag. Ucha iragat: ¡Ah wuchma! ¡Ah wuchma! ¡Anach dumam, nach dumam, nach dabnadam! Tannas : ¿minta3nid chak? Yannas: ¡dumam, gayid adga3dag ucha Adam 3awdag lkissa!
Lmohim tagdard achuwaf nas, yanyad akis, ucha ikadwas ijuzuttu matnayan. Yakim it3awadas hamin yesran, hamin yesran, hamin yesran. Iwa tennas: ¡matazrid awma minxanag itakkan! Tannas ka tamza xassasnawi hada. Tannas asagag ijen lhila izi ganawar. Iwa lmohim armi tiwad girat, takuhd tamza ucha tennas: ¡Nunya, chammag da arrihat nabnadam, tannas Nunya: ¡Ah Lalla tamza, mani gayafag bnadam! ¡Nach wassineg umi kan bnadam! Iwa tannas tamza: ¡lla! Tennas 3awad: ¿imamach tamsa izuttan uchuwaf nam kadwan? Tarra xas Nunya: tuga tnayan iragman tmangan, ucha ruhag atan fakkag ucha ikadwayi tnayan izuttan, ka disagwan tbarkallah.
Iwa lmohim arami dagirat, tannas: !Lalla tamza! ¿Mayammi wantag rhanni irahwayaj nag taxza ka marra day3an? Tannas: wah a Nunya ino awid.
Iwa lmohim umas ni tuga taffarit di sanduk damakran. Iwa kbar ga taka tamza, mintaga, truh tsammaras imasman iwarrod nas, mahand xmi gataka atafad watzama. Iwa ucha takim xrahwayaj ni, ucha tannas i Nunya uchaid rhanni. Tawyas Nunya rhanni ucha takim zid, zid, zid, traga irahwayaj: arahad chak, arahad chak, ucha tasand gas. Armi itraga isanduk ni yugi agasd yas. Tennas ¡Ah Lalla tamza ka yawsa mach tusad cham! ¡Taka ataxzad cham matzammad atakad! Ucha taga yammo, natat ka tsammaras imasman, ucha tennas: ¡Ah gam rhak a Nunya ino wsag!
Iwa lmohim tennas Nunya: ¿Lalla tamza marmi itatsad? Tennas xmini gatasrad iragman g3addis ino sguyun, xmi gatasran iwachran, ifunasan smuhrutan, atasrad iyazidan skuku3an, raxdani safi gadsag di gidas. Iwa lmohim ucha aramid gayawad rwakt nyidas, tattas tamza nattat trajat, arami tasra kuchi yasmuhrut dug3addis nas. Ucha tennas iwmas: ¡ka! Ucha ruhan, kbar itan gatafkad traga Nunya iwya: ¿Ayur, ayur, ayur, mintag Lalla tamza? Yarrad xas uya: ¡ka tattas, ka tchaxar! Adatazran, adatazran, adatazran. Iwa ucha adas t3awad: ¿Ayur, ayur, ayur, mintag Lalla tamza? Astini: ¡ka tnakrab! Adatazran, adatzran, adatazran, 3awad astraga: ¿Ayur, ayur, ayur, mintag Lalla tamza? Astini: ¡katfakdicham! Iwa lmohim armi tafkad Nunya, ucha takaras manis taka, ataka tazar atan tadfa. Nunya armi tawar xtamza tuga tisid trata ntchammusin icht dayas timassi, icht rabha, ichtan jaf. Arami tashaka tewditad ucha mar amazwa tanda xas rabha, taswit, tanda xas timassi, taga xas pipi, armi danaga tanda xas jaf, ucha tragat tamza tennas: ¡Nunya! Nach ka mutag mutag, xmi gatawdad amchan wayafrani, atarkid tnayan iragman, iniyas iwmam ka agasan ikarrab, gag asan ikarrab atsadan. Iwa ucha lmohim ruhan, guan di rahna, guan, guan, guan, ussan dagyari, armini gayawdan ufin tnayan iragman, ucha umas yattu mindasan tanna tamza. Ucha yufitan tmangan, ucha iruh atnifak, iwa ijan zaysan isadit. Eh wa ucha takim Nunya tatru xas, ucha truh ga lmojarrab, tennas mindas gaggag iwma, tennas hamamach, hamamach. Iwa yarra xas yennas ruh uchas tamagaht, ucha tajat adyaffud mlih ucha atid yanda. Iwa ucha amani idas taga, ucha yaffagd umas, ucha ruhan akhan, 3ichan di rahna dragna.
El origen de muchos de estos cuentos y leyendas es confuso y remoto, posiblemente desde el pasado Antiguo fuero transmitiéndose en el seno de las familias amaziges por tradición oral de generación en generación hasta la actualidad.
Oral
Si bien se producen una serie de adaptaciones y modificaciones de índole regional o local la narrativa descrita en los mismos suele ser muy similar.
Ámbito del hogar.
Oulad Salem Farhana. Distritos 4º y 5º. Barrio Hebreo, Barrio del Polígono, Cabrerizas Altas y Bajas, Cañada de la Muerte.
La informante es una mujer nacida 1972, procedente de municipio de Farhana, una de las poblaciones que lindan y paso fronterizo con la ciudad de Melilla. El cuento fue narrado por la informante el 06 de septiembre 2019, a través de una grabación en audio.
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